Descubriendo lo que realmente desea tu motivación externa
La motivación es una pieza fundamental en el desarrollo personal y en el camino hacia el éxito. No es un secreto que cada persona tiene motivaciones externas que, en la mayoría de las veces, son la razón de su accionar. Si bien es cierto que las motivaciones pueden ser de tipo interno o externo, hoy nos enfocaremos en las motivaciones que provienen del exterior.
Para hablar sobre motivación externa, es importante entender que la misma se refiere a todo aquello que nos impulsa a actuar y que proviene del mundo exterior. Si bien es cierto que algunos gurus de la motivación hablan sobre la importancia de las motivaciones internas, no podemos obviar la necesidad de encontrar algún incentivo en el exterior que nos ayude a seguir adelante, a pesar de las dificultades.
Es muy común que al hablar sobre motivación, se mencione la necesidad de tener un propósito, un objetivo claro y definido, para lograr cualquier meta que nos propongamos. Sin embargo, muchas veces estos propósitos pueden ser rígidos, estáticos y no tener en cuenta las motivaciones externas que pueden influir de manera importante en nuestro accionar.
Es por ello que, para descubrir lo que realmente queremos, es importante tener en cuenta las motivaciones externas, que son las que nos mueven a hacer las cosas, las que nos orientan hacia una dirección específica.
La importancia de identificar las motivaciones externas
Identificar nuestras motivaciones externas es vital para el desarrollo personal y para la consecución de nuestros objetivos. Si bien es cierto que las motivaciones internas son importantes, no podemos obviar la influencia que el mundo exterior tiene en nuestras decisiones y en nuestro accionar.
Identificar las motivaciones externas nos permite conocer elementos que pueden influir directa o indirectamente en nuestras decisiones. Podemos tener un objetivo claro en mente, pero si no sabemos qué es lo que nos motiva desde fuera, podemos encontrarnos con obstáculos que nos impidan alcanzar nuestras metas.
Por ejemplo, si una persona tiene como objetivo ser un profesional exitoso, pero no tiene en cuenta que su motivación externa es el reconocimiento o la validación de los demás, puede encontrarse en un momento de crisis cuando no recibe la aprobación que busca.
Otro ejemplo es el de una persona que quiere bajar de peso, pero solo se enfoca en el número que aparece en la balanza. Si esta persona no identifica las motivaciones externas que lo llevan a querer bajar de peso, como la aceptación social o los comentarios de los demás, puede encontrarse con dificultades para mantenerse en el camino hacia su objetivo.
Finalmente, identificar nuestras motivaciones externas nos permite actuar de manera más consciente y asertiva. Si conocemos lo que nos motiva desde afuera, podemos tomar decisiones y acciones que nos lleven a donde queremos llegar, sin sentirnos perdidos o confundidos.
Cómo identificar nuestras motivaciones externas
Para identificar nuestras motivaciones externas, hay que prestar atención a las cosas que nos mueven a actuar. Esto puede ser un poco difícil al principio, ya que las motivaciones externas pueden ser sutiles o difíciles de identificar. Sin embargo, existen tres preguntas que podemos hacernos para descubrir lo que realmente deseamos desde afuera:
1. ¿Qué es lo que hace que me levante cada mañana?
Esta es una de las preguntas más importantes, ya que nos permite descubrir aquello que nos motiva a comenzar el día. En la mayoría de las veces, las respuestas a esta pregunta son cosas como el trabajo, la familia, los amigos, el dinero, entre otros.
2. ¿Qué es lo que me hace feliz?
Esta pregunta nos permite identificar las cosas que nos dan satisfacción y que nos mueven a seguir adelante. Por ejemplo, si compartir tiempo con nuestros seres queridos nos hace felices, entonces eso es una motivación externa que nos impulsa a ser mejores cada día.
3. ¿Qué es lo que me preocupa?
Esta pregunta nos permite descubrir aquello que nos impulsa a actuar con prisa o con decisión. Si algo nos preocupa mucho, entonces puede convertirse en una motivación externa que nos lleve a resolver el problema con éxito.
Conclusión
En conclusión, las motivaciones externas son una parte vital del desarrollo personal y de la consecución de nuestros objetivos. Identificarlas nos permite conocer aquello que realmente deseamos desde afuera, lo cual nos ayuda a actuar de manera más consciente y asertiva.
Para ello, podemos hacernos tres preguntas clave que nos ayuden a descubrir nuestras motivaciones externas: ¿Qué es lo que me mueve a levantarme cada día?, ¿Qué es lo que me hace feliz?, ¿Qué es lo que me preocupa?
Si logramos identificar nuestras motivaciones externas, podremos ser más efectivos en la consecución de nuestros objetivos, sin perdernos en el camino ni encontrarnos con obstáculos innecesarios.